domingo, 4 de abril de 2010
Crónica del sexto encuentro
A las 20:20 del sábado 20 en el año 2020 se abrieron las puertas de la nave intergaláctica “Centro Cultural LyF”. Grata convocatoria de terrestres y ex-terrestres, que no casualmente vuelven a inclinarse hacia el encuentro, intercambio de miradas, folclore de vino, película y empanadas. En esta ocasión, un invitado lunar, Pedro Loeb, guionista de Felicidades. Su alunizaje incluyó una gran clase abierta de guión y una pequeña mención-homenaje a su amigo y director del film Lucho Bender, quien falleció al poco tiempo de estrenarse su película. Así arrancó el sexto encuentro de cine debate.
La película
Bender eligió de escenario a su Rosario natal y a Buenos Aires para contar tres historias que se multiplican entre personajes grotescos, fabulosos y no por eso irreales. Historias que no se cruzan, pero que a todas une la mirada al piso. También las une la mirada al cielo, una mirada solitaria que busca los fuegos artificiales de un efímero 25 de diciembre.
Un médico frustrado que en una misma noche conoce a la mujer más bella y al hombre más desagradable: ambos lo conquistan y a ambos abandona. Un escritor triste que emprende un viaje Rosario-Buenos Aires en el auto del animador de un casamiento familia para remendar un error del pasado. Una seguidilla de casualidades lo desvía de su camino y, en pos de su objetivo, abandona a su compañero de viaje en plena ruta y sin nafta. Un dentista que a última hora sale a comprar el juguete que le prometió a su hijo y termina como testigo de un allanamiento policial junto a un anciano con la salud deteriorada. De la absurda pesquisa participan policías corruptos y un vecino inescrupuloso, el dentista obtiene un regalo alternativo para su hijo y el viejo encuentra la muerte en una guardia. Cañita voladora fallada y brindis con mate sin agua.
Las navidades son raras. Felicidades desnuda esa presión por el mandato de ser felices en las fiestas.
Clase de Guión
Vamos con lo primero. 6.45 de la tarde del sábado, Pedro Loeb tomó su último mate para darle inicio a la primera clase abierta de guión que organizó el Colectivo. La expectativa era mucha y se notaba en las más de 20 personas/alumnos presentes. La clase abundó en varios temas, pero se centró básicamente en uno: la figura del espectador de cine. “Los guionistas no escribimos poemas, no vaciamos estados del alma”, comenzó Pedro, “no escribimos para nosotros solamente, sino que lo hacemos teniendo en cuenta al espectador”, aquel “constructor de sentido” y “dotado de una percepción determinada”.
Loeb también se refirió a los principales elementos de la estructura dramática en la narrativa clásica. Estado inalterado (o cotidianeidad inicial), punto desestabilizador, punto de giro y clímax fueron algunos de los temas elegidos para esta breve introducción, proponiendo un análisis comparativo en distintos tipos de historias (de amor, policiales, suspenso, etc).
El debate: adios y…felicidades
8.15 de la noche, luego de responder algunas inquietudes, todo estaba dispuesto para abandonar la teoría y disfrutar de una de las actividades más apasionantes de las que goza el hombre moderno: la proyección de una película...
Y después llegó el debate-conferencia. El sexto encuentro contó, además de los clásicos concurrentes, con una grata presencia de estudiantes de cine y de diseño de imagen y sonido. Esto se reflejó en la variedad de preguntas lanzadas al guionista. Pedro comenzó por confesar que fue un desafío el hecho de contar tres historias sin que se unan narrativamente. Describió el clima de la película como vaticinante de la crisis de 2001. Destacó las actuaciones de los actores y los espectadores pudieron descargar sus dudas sobre la forma que se eligió para resolver las historias. El guionista regaló otra confesión “no buscamos golpes bajos, sino que intentamos resolverlos de modo que no impacten al espectador”. Y así siguió la charla hasta pasadas las 23. Pedro se encargó de saludar uno por uno a los concurrentes, se llevó un afiche del cine debate en el bolso y prometió una nueva visita en el futuro.
El Colectivo vuelve a agradecer a todos los vecinos que se acercaron a participar de este espacio. Nos comprometemos a mejorar el sonido para el próximo encuentro el 17 de abril.
¡A Campear moviolas!
Colectivo Ernesto Esteban Etchenique
La película
Bender eligió de escenario a su Rosario natal y a Buenos Aires para contar tres historias que se multiplican entre personajes grotescos, fabulosos y no por eso irreales. Historias que no se cruzan, pero que a todas une la mirada al piso. También las une la mirada al cielo, una mirada solitaria que busca los fuegos artificiales de un efímero 25 de diciembre.
Un médico frustrado que en una misma noche conoce a la mujer más bella y al hombre más desagradable: ambos lo conquistan y a ambos abandona. Un escritor triste que emprende un viaje Rosario-Buenos Aires en el auto del animador de un casamiento familia para remendar un error del pasado. Una seguidilla de casualidades lo desvía de su camino y, en pos de su objetivo, abandona a su compañero de viaje en plena ruta y sin nafta. Un dentista que a última hora sale a comprar el juguete que le prometió a su hijo y termina como testigo de un allanamiento policial junto a un anciano con la salud deteriorada. De la absurda pesquisa participan policías corruptos y un vecino inescrupuloso, el dentista obtiene un regalo alternativo para su hijo y el viejo encuentra la muerte en una guardia. Cañita voladora fallada y brindis con mate sin agua.
Las navidades son raras. Felicidades desnuda esa presión por el mandato de ser felices en las fiestas.
Clase de Guión
Vamos con lo primero. 6.45 de la tarde del sábado, Pedro Loeb tomó su último mate para darle inicio a la primera clase abierta de guión que organizó el Colectivo. La expectativa era mucha y se notaba en las más de 20 personas/alumnos presentes. La clase abundó en varios temas, pero se centró básicamente en uno: la figura del espectador de cine. “Los guionistas no escribimos poemas, no vaciamos estados del alma”, comenzó Pedro, “no escribimos para nosotros solamente, sino que lo hacemos teniendo en cuenta al espectador”, aquel “constructor de sentido” y “dotado de una percepción determinada”.
Loeb también se refirió a los principales elementos de la estructura dramática en la narrativa clásica. Estado inalterado (o cotidianeidad inicial), punto desestabilizador, punto de giro y clímax fueron algunos de los temas elegidos para esta breve introducción, proponiendo un análisis comparativo en distintos tipos de historias (de amor, policiales, suspenso, etc).
El debate: adios y…felicidades
8.15 de la noche, luego de responder algunas inquietudes, todo estaba dispuesto para abandonar la teoría y disfrutar de una de las actividades más apasionantes de las que goza el hombre moderno: la proyección de una película...
Y después llegó el debate-conferencia. El sexto encuentro contó, además de los clásicos concurrentes, con una grata presencia de estudiantes de cine y de diseño de imagen y sonido. Esto se reflejó en la variedad de preguntas lanzadas al guionista. Pedro comenzó por confesar que fue un desafío el hecho de contar tres historias sin que se unan narrativamente. Describió el clima de la película como vaticinante de la crisis de 2001. Destacó las actuaciones de los actores y los espectadores pudieron descargar sus dudas sobre la forma que se eligió para resolver las historias. El guionista regaló otra confesión “no buscamos golpes bajos, sino que intentamos resolverlos de modo que no impacten al espectador”. Y así siguió la charla hasta pasadas las 23. Pedro se encargó de saludar uno por uno a los concurrentes, se llevó un afiche del cine debate en el bolso y prometió una nueva visita en el futuro.
El Colectivo vuelve a agradecer a todos los vecinos que se acercaron a participar de este espacio. Nos comprometemos a mejorar el sonido para el próximo encuentro el 17 de abril.
¡A Campear moviolas!
Colectivo Ernesto Esteban Etchenique
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